domingo, 30 de marzo de 2008

Good night there




Un sólo día a la semana es una tortura.

martes, 25 de marzo de 2008

Tachán!!!!!!


Ay, ay, ay, ayayayaaaa

Hasta ahora parece cuestión de magia...pero uno de estos dias se me cae todo encima.
De lunes a viernes trabajo, voy al gimnasio, hago la compra, algunas cosillas de la casa, a veces veo a mi chico, hablo con algun amigo, suelo cuidar lo que como...
La semana pasada tuve 5 dias libres, (que no de descanso). ¿Y qué es lo que he hecho?
Visitar a mi padre, a mi madre,a mi tía en el día de su santo, salir con mi compi del trabajo, quedar con mi prima para unas cañas, ver a algunos amigos, ver a mi chico y conocer gente nueva, comprar cosas que necesitaba, poner 3 lavadoras, ir al gimnasio, ordenar la habitación, hacer la compra...En fin, da igual si trabajo o no, que no paro...y me encanta, me encanta poder decir que lo llevo todo para adelante...pero creo que necesito parar, parar un poquito y ver a dónde me dirijo a ésta velocidad...
Es increible cómo se me pasan los días, tengo un calendario con tachaduras en los dias pasados, ¿Por qué? ...yo no estoy esperando nada en concreto...me da igual que sea 20 de Mayo que 1000 de Abril...¿es eso bueno?

Porque parece que estoy corriendo por llegar a un sitio que no existe nisiquiera en mi mente...y curiosamente creo que disfruto mucho del presente (la prueba está en que no pienso en el futuro...pero, ¿por qué coño sigo tachando días?)

Decía Konstandinos Kavafis "Cuando emprendas el viaje hacia Itaca pide que tu camino sea largo" y yo siempre he pensado lo mismo, no hay nada mejor que disfurtar de cada momento sin postergar la felicidad en ninguno de los dias de ese camino...pero coño! es que el payo este sabía que iba a Itaca...pero a mi, como hasta ahora, lo mismo me da Itaca que Logroño...¿Por qué leches sigo tachando los dias?!

domingo, 16 de marzo de 2008

. . .



Gracias por ser estupendo. X

domingo, 9 de marzo de 2008

No voy a vivir el mañana....hasta mañana.


Dicen que Diógenes iba por las calles de Atenas vestido con harapos y durmiendo en los zaguanes.
Cuentan que una mañana, cuando Diógenes estaba amodorrado todavía en el zaguán de la casa donde había pasado la noche, pasó por aquel lugar un acaudalado terrateniente.

-Buenos días- dijo el caballero.
-Buenos días- contestó Diógenes.
-He tenido una semana muy buena, así que he venido a darte esta bolsa de monedas.

Diógenes lo miró en silencio, sin hacer un movimiento.
-Tómalas. No hay trampa. Son mías y te las doy a ti, que sé que las mecesitas más que yo.

-Tú tienes más- preguntó Diógenes.
-Claro que sí -contestó el rico-, muchas más.
-¿Y no te gustaría tener más de las que tienes?
-Sí, por supuesto que me gustaría.
-Entonces guardate esas monedas porque tú las necesitas más que yo.

Algunos cuentan que el diálogo siguió así:"Pero tú también tienes que comer, y eso requiere dinero"
-Ya tengo una moneda -y la mostró- y me bastará para un tazón de trigo hoy por la mañana y quizá unas naranjas.
-Estoy de acuerdo. Pero también tendrás que comer mañana y pasado mañana, y al día siguiente. ¿De donde sacarás el dinero para mañana?
-Si tú me aseguras, sin temor a equivocarme, que viviré hasta mañana, entonces quizá tome tus monedas....