sábado, 20 de septiembre de 2008

No voy a despertarme porque salga el sol


"Ahora si tengo al sensación de haber cerrado definitivamente un capítulo de mi vida, de haberme quitado lastre para continuar el viaje y de retomar unas ilusiones y una forma de ver la vida que nunca debería de haber dejado; todo en esta vida es complementario no hay que desterrar unas cosas por coger otras, a lo mejor es hora de incluir la escala de los grises entre el blanco y el negro"

"Este descubrimiento puede que me acerque más a mis sueños. A lo mejor me da la fuerza suficiente para volver a creer en los cuentos de hadas, para volver a soñar con príncipes y con princesas, para pensar que alguien se pueda enamorar de mi sonrisa, de mi mirada o de mis andares"

"Quiero que la vida me siga sorprendiendo; quiero enamorarme como fui capaz de hacerlo una vez; tengo ganas de amar como si cada día fuera el último y deseo sentirme protegido en los brazos del ser amado como lo fui en aquel tiempo"

Esta semana un buen amigo (D.M.A.) ha escrito esto ... y se me ha puesto la carne de gallina, y es que es cierto, no tenemos que quitarnos las gafas de color de rosa en ningún momento, está claro que la vida trae a veces desengaño y decepciones, amarguras y tristezas, pero no estamos aquí para regocijarnos en ellas o dejar que estas nos impidan seguir disfrutando de las pequeñas grandes alegrías que vienen con cada nuevo día.

Efectivamente... quiero que la vida me siga sorprendiendo gratamente, y confío en que mañana venga lleno nuevos sentimientos y sensaciones y al final del día me acueste con una renovada ilusión y la satisfacción de haber transmitido esta filosofía a todo aquel que quiera tomarla.

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